domingo, 7 de junio de 2015

El primer día

Tras un par de mails con Marcelo, le dije "mañana estoy ahí". Era lunes. Me comprometía con él y eso me impulsaba a empezar; no había chance de no ir.

Levantarme antes de las 7am para mí es madrugar, empezar el día de noche me da sueño de tan sólo pensarlo; pero ese lunes me puse la alarma 6.45, no quería llegar tarde ni por un minuto y quería calcular el mejor camino para llegar evitando el tránsito y poder estacionar cerca; en donde poder ver si donde se reunían era donde yo pensaba. Un poco obse? Sí, puede ser, pero son algunas de las previsiones que contrarrestaban mi vergüenza o mi inseguridad siendo "la nueva".

Todos con su remera negra, era casi un gran grupo negro y yo con remera celeste! Claro, cómo no darse cuenta de quién era la rookie. Me baje del auto y sólo éramos 3. - Buen día. Y todos, sin conocerme me saludan y también me extienden un beso. Me sorprendo, me alegra, me hace sonreír. Y entre ellos, tempraneros y puntuales (lo sabría mas adelante) estaba Santiago Garcia.
Había escuchado a Santiago en la radio Metro, en el programa Metro y medio hace un tiempo, no muy lejano; creo que era feriado. Yo no sabía quién era, más que alguien que corría y presentaba un libro en la radio; pero vi su foto en el blog y cuando me saludó, unas milésimas de segundo después, en donde uno reacciona y nuestro cerebro relaciona lo que ve, lo que piensa y lo transmite a mi cara; pienso "Es Santiago Garcia! Wow, voy a estar en el mismo grupo que él?!" Ya estaba maravillada.

Llega Marcelo. No me voy a olvidar que estaba de naranja, bien para que lo veamos; era el capitán del equipo, la bolla en el mar (con respeto, pero el naranja tenía luz propia), mi guía. Hicimos juntos la entrada en calor y Marce no dejaba de hablar como si estuviéramos sentados café mediante. Era genial, yo pensaba en la capacidad pulmonar que tendría para charlar con esa facilidad mientras que yo contaba cada metro que me cansaba. Esta es la entrada en calor?  Si ya me cansé y me cuesta el aire, podré con lo que queda de la clase? Esto recién empieza.

Dos palabras me dijo Marce que se guardaría en mí: contancia y perseverancia. Con ese lema voy cada día a entrenar, me lo repito siempre. 

Me sentí genial, era nueva, no charlaba con nadie, salvo con Dani que me atajó desde que me vio. Me sentía un poco afuera, obviamente, y aunque en mi vida en general hablo hasta con las paredes y genero relaciones en donde vaya, me sentía muy novata; soy novata. Me fui feliz, estaba orgullosa de haber ido, era el comienzo de algo grande, de algo que me haría sonreír. Lo sospechaba o deseaba con todas mis ganas que así fuera. Hoy, unas semanas luego, sigo pensándolo; creo que este es un camino de ida y de por vida. 

Me fui con las fotocopias que tenía que llenar en la mano, los exámenes médicos y la cuota paga. Ríanse: me aseguré que nadie me viera y me saque una foto que hoy sigue en mi muro de Facebook y sobre todo en mi memoria. El encuadre: mis zapatillas, el pasto que piso y mis planillas del Nike Running, CorrerAyuda. Contenta, feliz.



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